Cuento de la película El Sorprendente Hombre Araña (Spider-Man) (2012)
En una noche tormentosa, en la ciudad de Nueva York, un joven llamado Peter Parker descubrió que su vida cambiaría para siempre. Peter era un estudiante de secundaria, inteligente y tímido, que vivía con sus queridos tíos Ben y May.
Un día, mientras exploraba el laboratorio de su padre, encontró una llave secreta que lo llevó a descubrir la verdad sobre sus padres y su trabajo en Oscorp. Intrigado, Peter decidió investigar más sobre Oscorp y su misterioso proyecto.
En Oscorp, Peter fue mordido por una araña genéticamente modificada. Pronto, comenzó a experimentar cambios en su cuerpo, como fuerza y agilidad sobrehumanas, y la capacidad de adherirse a las paredes. Asombrado por sus nuevas habilidades, Peter decidió convertirse en el Spider-Man para proteger a los ciudadanos de Nueva York.
Un día, Peter escuchó a su tío Ben discutir con un ladrón. Trágicamente, el ladrón disparó a Ben, dejando a Peter devastado y lleno de culpa. Desde ese momento, Peter prometió usar sus poderes para proteger a los inocentes y luchar contra el mal.
Mientras tanto, en Oscorp, el científico Dr. Curt Connors trabajaba en un suero para regenerar miembros perdidos. Desesperado por recuperar su brazo, Connors se inyectó el suero, pero en lugar de regenerar su brazo, se convirtió en un monstruoso Lagarto.
El Lagarto comenzó a aterrorizar la ciudad, y Spider-Man supo que tenía que detenerlo. Durante una de sus batallas, Spider-Man conoció a la valiente y hermosa Gwen Stacy, hija del capitán de policía George Stacy. Gwen y Peter se hicieron amigos y pronto se enamoraron.
Gwen le dijo a Peter: «Tienes que detener al Lagarto, sé que puedes hacerlo». Peter asintió y respondió: «Lo haré, no dejaré que el Lagarto lastime a más personas».
Spider-Man y el Lagarto lucharon en una emocionante batalla en las alcantarillas y en las calles de Nueva York. Durante la lucha, el capitán Stacy resultó gravemente herido. Antes de morir, le pidió a Peter que prometiera mantener a Gwen a salvo y alejada de su vida como Spider-Man.
Peter, con el corazón roto, aceptó la promesa y derrotó al Lagarto, devolviéndolo a su forma humana. El Dr. Connors fue arrestado, y Peter decidió mantener su promesa al capitán Stacy, aunque le doliera.
A pesar de la tristeza, Peter continuó protegiendo a Nueva York como Spider-Man, recordando siempre las sabias palabras de su tío Ben: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad«. Y así, Spider-Man siguió luchando contra el mal, manteniendo la esperanza en su corazón y la promesa de un futuro mejor para todos.
Y así, en la oscuridad de la noche, un héroe nació y la leyenda de Spider-Man comenzó.
Reflexión del cuento de la película El Sorprendente Hombre Araña
Este cuento nos enseña varias reflexiones importantes. En primer lugar, nos muestra que la vida puede cambiar en un instante, y a veces los eventos inesperados pueden llevarnos por caminos que nunca imaginamos. Peter Parker descubre sus habilidades sobrehumanas y se convierte en Spider-Man después de ser mordido por una araña, lo que simboliza cómo nuestras experiencias pueden transformarnos y llevarnos a descubrir nuestras fortalezas internas.
Además, el cuento resalta la importancia de utilizar nuestros dones y poderes para el bien común. Peter se compromete a usar sus habilidades para proteger a los inocentes y luchar contra el mal, reconociendo que el poder conlleva una gran responsabilidad. Esto nos recuerda que cada uno de nosotros tiene la capacidad de marcar la diferencia en el mundo y que debemos usar nuestros talentos de manera altruista y para el beneficio de los demás.
Por último, la historia también aborda la importancia de cumplir nuestras promesas y enfrentar las consecuencias de nuestras acciones. Peter promete al capitán Stacy mantener a Gwen a salvo y alejada de su vida como Spider-Man, a pesar de su amor por ella. Esto muestra su sentido de responsabilidad y sacrificio, recordándonos que a veces debemos tomar decisiones difíciles y renunciar a nuestras propias necesidades en beneficio de quienes amamos.