Cuento de la película ¡Viven! (1993)

¡Viven!

Había una vez, en una fría y ventosa mañana, un grupo de jóvenes rugbistas que se embarcaron en un emocionante viaje en avión. El equipo, llamado Old Christians, estaba lleno de esperanza y entusiasmo. Sin embargo, nadie sabía que este viaje cambiaría sus vidas para siempre.

El avión surcaba los cielos, y los amigos charlaban animadamente. Fernando le decía a Roberto: «¡No puedo esperar para jugar el partido! Será una gran experiencia para todos nosotros». Pero de repente, el avión comenzó a sacudirse violentamente. Los pasajeros se miraron preocupados, y el piloto anunció que estaban atravesando una fuerte tormenta.

El avión se estrelló en las montañas de los Andes, y los supervivientes quedaron atrapados en la nieve y el frío. Nando, uno de los líderes del grupo, se levantó y dijo: «Tenemos que mantenernos unidos y encontrar una manera de sobrevivir hasta que nos rescaten». Todos asintieron, sabiendo que debían trabajar juntos para enfrentar esta terrible situación.

Los días pasaban, y los jóvenes luchaban por mantenerse con vida. Carlitos y Roy se encargaban de buscar comida, mientras Antonio y Gustavo intentaban mantener el fuego encendido. A pesar de sus esfuerzos, el hambre y el frío comenzaron a debilitarlos.

Una noche, mientras todos dormían, Roberto escuchó un ruido extraño. Despertó a Fernando y le dijo: «Creo que hay algo afuera. ¿Podría ser un animal?». Fernando asintió y ambos salieron a investigar. Descubrieron que era un zorro, y aunque no era suficiente para alimentar a todos, era un comienzo.

Los días se convirtieron en semanas, y los jóvenes se dieron cuenta de que necesitaban tomar una decisión difícil para sobrevivir. Nando reunió a todos y les explicó que, para mantenerse con vida, tendrían que recurrir a una medida extrema: comer los cuerpos de sus amigos fallecidos. Aunque la idea era aterradora, sabían que era la única manera de sobrevivir.

Mientras tanto, Roberto y Fernando decidieron buscar ayuda. Después de caminar durante días, encontraron a un hombre llamado Sergio que vivía en una pequeña cabaña en la montaña. Les contaron su historia, y Sergio prometió ayudarlos a encontrar a los demás.

Finalmente, después de 72 días atrapados en las montañas, los supervivientes fueron rescatados. Aunque estaban débiles y exhaustos, se abrazaron y lloraron de alegría al saber que habían sobrevivido a esta terrible experiencia.

El equipo de Old Christians regresó a casa como héroes, y su historia de supervivencia y coraje se convirtió en una inspiración para todos. Aprendieron que, incluso en las situaciones más difíciles, el amor, la amistad y la determinación pueden ayudarnos a superar cualquier obstáculo.

Y así, después de enfrentar la adversidad y encontrar la fuerza en su amistad, los jóvenes rugbistas demostraron que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay esperanza. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Reflexión del cuento de la película ¡Viven!

Este cuento nos presenta una reflexión profunda sobre la resiliencia humana y la importancia de la unidad en tiempos de adversidad. Los jóvenes rugbistas enfrentan una situación extremadamente difícil cuando su avión se estrella en las montañas. A medida que luchan por sobrevivir, aprenden a mantenerse unidos, trabajar en equipo y apoyarse mutuamente. La historia nos enseña que, incluso en los momentos más oscuros, el amor, la amistad y la determinación pueden ser una fuente de esperanza y fortaleza.

Además, el cuento aborda el tema de la toma de decisiones difíciles y cómo la necesidad extrema puede llevarnos a enfrentar dilemas morales complejos. Los jóvenes se ven obligados a considerar la opción de alimentarse con los cuerpos de sus amigos fallecidos para sobrevivir. Esto plantea preguntas éticas y nos hace reflexionar sobre los límites que podemos enfrentar cuando nos encontramos en situaciones extremas y desesperadas.

En última instancia, la historia nos inspira a valorar la vida, la amistad y la capacidad humana para superar las circunstancias más desafiantes. Nos muestra que, a través del apoyo mutuo, la esperanza y la determinación, podemos encontrar la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo, incluso cuando todo parece perdido.

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